Irene Rodriguez
Agora
30 de mayo de 2022
Hace unos días se publicaba por Reuters una entrevista a un ejecutivo de S&P Dow Jones Indices donde anunciaba que el fabricante de automóviles eléctricos Tesla Inc (TSLA.O) se caía de su índice S&P 500 ESG Index (.SPXESUP) . Las razones que aducía para ello eran denuncias de discriminación racial y accidentes vinculados a sus vehículos con piloto automático.
Entre otros cambios, se anunciaba también que a partir del 2 de mayo, el índice de sostenibilidad incluiría a Twitter Inc (TWTR.N) , que pronto será controlado por Musk, y a la refinería de petróleo Phillips 66 (PSX.N) , mientras que dejó caer a Delta Air Lines y Chevron Corp.
Acto seguido, el CEO de Tesla, Elon Musk, reaccionaba en Twitter de forma airada con comentarios como «ESG es una estafa». Musk tuiteó que «Exxon está clasificado entre los diez mejores del mundo en medioambiente, social y gobernanza (ESG) por S&P 500, ¡mientras que Tesla no está en la lista! ESG es una estafa. Ha sido utilizado como arma por falsos guerreros de la justicia social».
El vaivén sobre los cambios del índice refleja un debate más amplio sobre las métricas utilizadas para juzgar el desempeño corporativo en cuestiones ambientales, sociales y de gobierno (ESG), un área creciente de inversión.
Tesla se ha convertido en la empresa más valiosa de la industria automotriz al ser pionera en vehículos eléctricos y expandirse al almacenamiento de baterías para redes eléctricas y sistemas de energía solar.
Los factores que contribuyeron a su salida del índice incluyeron la falta de detalles publicados de Tesla relacionados con su estrategia baja en carbono o códigos de conducta comercial, según Margaret Dorn, directora de índices ESG de S&P Dow Jones Indices para América del Norte. Es decir, a pesar de que los productos de Tesla ayudan a reducir las emisiones de CO2, según los responsables de S&P, la falta de divulgaciones en relación con sus pares de la industria y los problemas laborales, resultan preocupantes para los inversores según según los criterios ambientales, sociales y de gobierno (ESG).
Cuestionamiento creciente de los índices ESG
Desde hace tiempo se viene cuestionando la eficacia de estos indices ESG. S&P Dow Jones Indices es propiedad mayoritaria de S&P Global Inc. (SPGI.N) . Musk y otros se han quejado de que la empresa y sus rivales combinan demasiados problemas al agrupar las preocupaciones de ESG en una puntuación total. En otros casos se alegan presiones excesivas de los fondos inversores que están apostando cada vez más por los diferentes aspectos ESG.
Por ejemplo, entre otras grandes agencias de calificación ESG, MSCI Inc (MSCI.N) otorga a Tesla una calificación ESG «promedio», mientras que la unidad Sustainalytics de Morningstar Inc otorga a Tesla una calificación de «riesgo medio». Y un fondo basado en el índice S&P 500 ESG, el SPDR S&P 500 ESG ETF, recibió la calificación baja «D» del grupo de investigación de activistas climáticos As You Sow, que señaló que, a pesar de su título y mandato de sostenibilidad, las acciones de combustibles fósiles representan 6.5 % de los activos del fondo.
Otro de los problemas que se ha alegado ha sido la falta de criterios uniformes de estos índices. Un reciente estudio publicado por ESMA identifica cierta dispersión en los resultados de los índices ASG como resultado, en cierta medida, no solo de la diferente composición de estos índices, sino también de los distintos proveedores de calificaciones ASG, que tienden a mostrar un bajo nivel de correlación.(1)
Así por ejemplo en la explicación de los recientes cambios del Indice, Dorn de S&P afirma en la web de la empresa que el índice tiene como objetivo mantener las industrias con el mismo peso que tienen en el índice S&P 500 regular «al tiempo que mejora el perfil de sostenibilidad general del índice». En la práctica, eso significa que puede mantener a las compañías petroleras y dejar fuera a los grandes jugadores como Meta Platforms (FB.O) , matriz de Facebook, y Wells Fargo & Co. (WFC.N).
Por otra parte, si bien Tesla desaparecía del índice, no se apuntaban las razones para incluir a otras como Twitter o Phillips 66 o por las que se eliminaron otras compañías.
ESMA. Report on Trends, Risks and Vulnerabilities. N.º 1, 2021
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